Ante la actual (y repetida) tristeza que refleja la situación del país, dejo este aporte reflexivo orientado a que, pareciera que "el problema" son los demás. Es decir, claramente, el terreno común que se percibe es aquel de un discurso donde "son ustedes, ellos, y los demás en general" la causa de todo esto, pero no yo... no-no-no, yo no entro en esa ecuación. Y no es un terreno nuevo: Sigue siendo el terreno común al que aterrizan los debates.
Y entonces, ¿es realmente así?, ¿no tengo nada que ver en esto, el problema es esencialmente ajeno, de todos los demás, no mío?
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En las últimas semanas, he planteado una postura muy crítica frente a un proyecto que se desarrolla en el Lago de Tota, con contrapartida estatal, del cual se niega y dificulta información abierta a la comunidad.
Y casualmente, tres personas distintas, cercanas, me han cuestionado que detrás de esa crítica "parece haber otras razones" o motivos, distintos al mero interés que abiertamente expongo, de procurar información abierta como elemento sustancial de una buena gobernanza, más tratándose de un tema donde intervienen entidades oficiales, y más aún, en ese territorio donde ha habido tanta frustración y dilapidación de recursos justamente porque la información termina oculta de la gente, extraviada, restringida, sin trascendencia, apenas engrosando sapiencia y bibliotecas de unos pocos. Complemento a reflexión hecha dos años y medio atrás (ver "El abuelo lago", jun/2018).
Nota publicada en el periódico Boyacá 7 Días - enlace aquí.
Proverbio chino, esto a propósito de la situación que tanto se comenta por estos días sobre el Lago de Tota (la presencia de plomo en sus aguas). No es momento de llover sobre mojado. Elijo reflexionar.
[A propósito de la pandemia por Coronavirus / Covid-19]
¡A quién carajos se le ocurre pensar algo positivo estos días? A mí al menos, y anhelo que a muchos más. Abundan las noticias (en su enorme mayoría retratando de múltiples maneras la gravedad del proceso), las miradas desalentadoras, y los chistes flojos con esta crisis. Y algunas voces queriendo ver un lado amable a lo que estamos viviendo.
Me quiero sumar a estas últimas, con esta página de cambio, e invitar a otros a que lo intenten también: tal vez podamos construir un rico texto, y diseñar una buena respuesta de compromiso, a varias manos. En otras ocasiones he reflexionado ya, sobre las consecuencias de pensar distinto, el cuidado de la honra y el buen nombre, el efecto y consecuencias del redesocialismo, o sobre el prestigio y el desprestigio -por igual incomprensibles-. Y apuntan al cuidado de temas éticos, en el ejercicio de gobernanza.
Hoy quiero referirme a la pérdida o lesión de confianza, por la indiferencia o el silencio complaciente. Que duele, cuando vienen de un amigo. Y me pasó, por ello he sentido el dolor. Pero bueno, son páginas que se escriben y deben pasar. En el año 2005, fui señalado o sindicado por un conjunto residencial como persona no grata, todo porque consideraban que mis opiniones no iban en favor del conjunto. Sucedió en una Asamblea de Copropietarios, quedó consignado en Acta, y lo hicieron además, en mi ausencia. Cuando supe de ello, interpuse una acción de Tutela, que en primera instancia protegió mis alegaciones, en segunda instancia las negó, y el caso fue finalmente seleccionado por la Corte Constitucional para revisión, protegiendo mis derechos (honra, buen nombre, y debido proceso). Dijo entonces la Corte (sentencia T-1106/05, MP. Dr. Humberto Antonio Sierra Porto): A nadie en nuestro orden constitucional, le está permitido hacer de sus valoraciones despectivas y despreciativas sobre otros, una declaración oficial o institucional o una declaración pública. Esto, so pena de vulnerar el derecho a la honra y al buen nombre, como aconteció en el caso sub judice. Y adicionalmente, se protegió el derecho al debido proceso por razón de haberse hecho en espacio público (Asamblea de Copropietarios) sin lugar a defensa -no obstante que tal sindicación está prohibida, per se-.
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Reflexiones
Reflejos de mi sentir sobre temas ambientales.
© Felipe Andrés Velasco AutorFelipe A. Velasco Archivos
Enero 2024
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