Una aproximación. Una cosa el precio, otra el valor. Lo primero, mercancía – no me interesa aquí darle mirada –; lo segundo, cualidad, esa manera de ser por la cual podemos y debemos, estimar una suma equivalente por los servicios del agua, de esto me quiero ocupar, aunque sea tan solo una aproximación al tema. El agua es un cuerpo vivo, como vivos los ecosistemas asociados; vivo, pero no habla. Si hablara – o mejor, si lo comprendiéramos –, qué respondería a la pregunta ¿cuánto vales?... Pues mira – podría decir –, para existir necesito…, para estar sana requiero…, para llegar hasta aquí me toca…, para fluir en ésta cantidad es porque…; además, de mí dependen…, si me enfermo sucedería…, la verdad, mi valor es bastante alto. Si me usas, lo justo es compensarlo, según el uso y el cuidado que me des – podría concluir. Pues bien, es así. Su valor, el valor de los servicios que presta, es bastante alto. Pero ¿cuánto?, ¿cómo medirlo?. El pasado primero de Febrero, en Ginebra (Suiza), fue presentado ante la Convención Ramsar[1] el informe TEEB FOR WATER AND WETLANDS[2] (TEEB: The Economics of Ecosystems and Biodiversity)[3], en el cual se insta a dar un giro significativo en nuestros comportamientos con los humedales y a reconocer su importante valor para el suministro de agua, materias primas y alimentos y como componente esencial para la vida y el mantenimiento de los medios de subsistencia de las personas y la sostenibilidad de las economías del mundo.[4] Algo deja en claro el informe desde su inicio, y es que pese a los enormes beneficios que prestan los humedales a las personas, todavía están infravalorados y es alarmante el ritmo al que se siguen degradando y destruyendo. Me iré ocupando en próximas entregas del tema, sobre diversos detalles en torno al valor económico equivalente, de los servicios que presta el agua y en particular los ecosistemas de humedal, al hombre. Pero de arranque, valga aventurarme a citar que, en Colombia, la retribución económica a los ecosistemas de humedal como proveedores de agua para diversos usos, no llega al 1% del monto justo. Hasta una próxima. © Felipe Andrés Velasco Sogamoso, 26.2.2013 [1] Acerca de la Convención de Ramsar sobre los Humedales: http://ramsar.org
La Convención de Ramsar es un tratado intergubernamental mundial dirigido a la conservación y el uso sostenible de los humedales. Firmada en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, la Convención sentó las bases para el manejo y el uso sostenible de los humedales. Hasta la fecha, sigue siendo el único acuerdo ambiental en el mundo dedicado a un ecosistema particular. Fuente: RAMSAR.org [2] El informe completo: Russi D., ten Brink P., Farmer A., Badura T., Coates D., Förster J., Kumar R. y Davidson N. (2013). The Economics of Ecosystems and Biodiversity for Water and Wetlands. IEEP, Londres y Bruselas. Ver presentación. Informe completo: http://www.teebweb.org/wp-content/uploads/2013/02/TEEB_WaterWetlands_Report_2013.pdf [3] Acerca del estudio TEEB: www.teebweb.org / TEEB Water and Wetlands: http://www.teebweb.org/wetlands/ La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB) del PNUMA es una importante iniciativa internacional para enfocar la atención en los beneficios económicos de la biodiversidad a nivel mundial, poner de relieve los crecientes costos derivados de la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, y concitar conocimientos especializados de los ámbitos científico, económico y normativo que apoyen medidas prácticas de progreso. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) acoge el estudio TEEB. Fuente: TEEBweb.org [4] Tomado del documento de presentación: http://www.teebweb.org/wp-content/uploads/2013/01/Press_release_TEEB-launch_FINAL-SP.pdf
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Reflejos de mi sentir sobre temas ambientales.
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